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viernes, 13 de julio de 2007

El cobrador….. El cobrador … (del Autobús)

Esto ocurrió muchos años atrás, solíamos viajar en micro rumbo a la escuela, un grupete de adolescentes que estudiábamos en colegios distintos pero relativamente cercanos, en ese tiempo palomillas nosotros viajábamos en la parte trasera del autobús y cuando este estaba por llegar a nuestra escuela abrían la puerta para que suban los nuevos pasajeros y al reiniciar su marcha nosotros aprovechábamos para bajarnos en pleno movimiento, esto era para no pagar pasaje, ciertamente lo hacíamos todos los días que nos tocaba escuela, al bajarnos intempestivamente corríamos el riesgo de caernos o que simplemente el cobrador nos atrape cosa que no ocurría, pero un amigo llamado Lucho solía decirnos siempre al bajarnos El cobrador.. El cobrador… a lo que nosotros sin voltear corríamos despavoridos pero nuestra sorpresa era que luego de varios metros el se reía a lo lejos y terminaba diciendo entre risas y burlas a nosotros que cobrador ni que cobrador, no pasa nada, que tontos que son, por cierto esto ocurría muy a menudo que nos hacia esa broma, pero siempre hay un pero, en todas las historias, un día viernes decidimos hacer lo mismo una vez más, lanzarnos del carro en plena marcha para no pagar el pasaje, esta vez éramos mas personas creo que 4 si la memoria (ya dañada por el tiempo) no me traiciona… el microbús abrió sus puertas y nosotros en fila cual paracaidistas zas, zas uno tras otro al estar todos en tierra firme empezábamos a reírnos como tontos de nuestra incipiente intrepidez, cuando escuchamos nuevamente El cobrador... el cobrador….. y nuevamente nos echamos a correr, muchos metros más que veces anteriores pero al no escuchar la risa de siempre de nuestro amigo diciendo el cobrador el cobrador volvimos la mirada atrás para ver que pasaba, cuando vemos que un tipo corpulento (disculpen pero no puedo aguantar la risa mientras describo esta anécdota) tenia a nuestro amigo en el piso propinándole sendos golpes y patadas, ¿que había pasado? Pues mi amigo Lucho grito El cobrador… El cobrador… pero esta vez el cobrador si era real y nos había seguido y lo atrapo a él, afortunadamente para mi amigo y sus intereses corporales, nos habíamos lanzado en un barrio también peligroso y uno de estos señores reyes de las calles se metió y pudo salvarlo de los puños matonescos de este cobrador que sintiéndose muchas veces burlado por nosotros, decidió hacer justicia con sus puños.
Al pararse nuestro amigo (jajajaja) de tan severa golpiza empezó a dirigirse a nosotros con improperios y a gritarnos que éramos cobardes que porque no nos habíamos quedado para salvarlo, nosotros muertos de la risa algunos tirados en la vereda al no poder contener la risa solo dijimos te lo mereces por decir siempre El cobrador… El cobrador…
Cierto fue que continuamos haciendo eso, muchos años más hasta terminar el colegio y jamás pero, jamás volví a escuchar de los labios de mi amigo Lucho El cobrador… El cobrador….